Hola... En mis manos tengo la Biblia y justo hace unos momentos leía el pasaje donde Jesús describe la prudencia como una de las características importantes del ser humano.
Un hombre prudente es aquel que toma provisiones y previsiones ante el futuro. Y si se trata de un futuro referido a la pareja, pienso cuán importante es para el ser humano que inicia una relación de pareja, saber en lo profundo de su corazón quién es aquella persona que va a compartir con él, el resto de su vida.
Jesús recomienda que, al igual que el hombre que quiere construir una casa, primero analiza cuáles son aquellos elementos que va a necesitar y si tiene el suficiente presupuesto para poder construirla. Nos dice Jesús: Si analizados estos elementos se da cuenta que no puede construir esa casa, deja la obra para un mejor momento.
En esta mañana, al leer estas líneas, posiblemente seas tú uno de éstos que está en un proyecto de vida de construir un futuro con tu pareja.
Sería bueno que analizaras si en tu corazón y en el corazón de tu pareja tienen reflejados un texto similar a este: Libro de Rut (Antiguo Testamento). “Rut entonces dijo: No insistas en que te abandone y me separe de ti, pues a donde tú vayas, iré yo; y donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Dónde tú mueras allí también quiero yo morir y ser enterrada.
Que el Señor me castigue como es debido si no es tan sólo la muerte la que nos ha de separar”.
Cuando el texto bíblico nos habla de esta mujer llamada Rut y si aquello que tiene escrito en su corazón -que es lo que acabas de leer- es su presupuesto para vivir eternamente con un hombre, podemos entender fácilmente cómo esta mujer tiene claramente en su mente y en su corazón las ideas básicas y los presupuestos fundamentales para vivir eternamente una relación de amor.
Qué importante es esta frase: “No insistas en que te abandone y me separe de ti, pues a donde tú vayas, iré yo”.
Ante esta frase, uno no puede sentir otra cosa que no sea tan importante como es la relación de pareja, en la cual por lo menos uno de los dos no se doblegue ante las tempestades de la vida, y aquí podríamos usar esta analogía: Un barco no podrá jamás hundirse cuando en el puente de mando hay un Capitán que sabe resistir hasta el final y llevar la nave a buen puerto.
Quiero recordarte que seguimos en el mes de octubre. Mañana lunes y el próximo martes (19) son dos días importantísimos para poder acompañar, aunque sea por unas cuadras, al Señor de los Milagros.
Gracias por llegar hasta aquí. ¡Hasta la próxima semana! ¡Que Dios nos bendiga!
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