En la Vida hay Cosas Más Importantes

Hola... No cabe la menor duda que de las experiencias vividas cada día, podemos marcar la diferencia en el momento que queramos transmitir valores, sobre todo cuando éstos son dirigidos a los niños y adolescentes.

Quiero contarte una experiencia vivida en esta semana: “Me encontraba en la Capilla del Colegio con unos estudiantes que cursan el Segundo de Secundaria -estamos hablando de jóvenes de trece años de edad-. Eran aproximadamente las diez de la mañana y les conversaba de la necesidad que tenemos de vivir en plenitud aquello que estamos pasando en cada circunstancia, y que si queremos gozarlo plenamente, debemos estar siempre con los cinco sentidos puestos en aquello que hacemos.

En un momento, uno de los jóvenes me preguntó si yo en ese instante estaba pensando lo que les decía o pensaba en el partido que España estaba jugando contra Suiza.
Les expliqué a todos que si hubiese decidido ver el partido podía haberlo hecho, ya que me hubiera quedado en una sala donde hay televisor y, tranquilamente, ellos se quedarían continuando sus clases normales de cada día. Y no lo hice, sencillamente porque ustedes -les dije- son para mí más importantes de lo que puede ser un partido de fútbol, que en el fondo no ha de ser sino una bonita diversión, cargada de muchas emociones, ciertamente. Terminado el partido todo acaba; sin embargo, mi compromiso con ustedes no es sólo para este momento, sino el poder decirles que en la vida hay cosas más importantes y una de ellas es la responsabilidad. Más aún, les digo, van a ver que dentro de unos minutos va a entrar a la Capilla el Padre José Luis, a quien ustedes conocen y saben lo que le gusta el deporte e, incluso, juega fútbol y, por supuesto, como español, pensarían que pueda estar viendo el partido, pero él tiene la responsabilidad de acompañarme y acompañarlos para la confesión; pues verán cómo va a venir. No terminé de hablarles y el Padre José Luis entraba para ubicarse en el lugar en el cual los jóvenes iban a confesarse”.

Al iniciar esta conversación contigo, te indicaba cómo a veces la vida nos lo pone muy fácil para demostrarles a aquellos a quienes algo queremos enseñarles, cómo las teorías pueden ser discutibles y, después de todo, se las puede llevar el viento; sin embargo, los actos concretos pueden quedar señalizados para la eternidad.

De manera especial a todos los PAPÁS, a los cuales puedo llegar en esta oportunidad, les deseo de corazón un “FELIZ DÍA”, al mismo tiempo que pido al Altísimo para ellos una especial bendición.

Gracias por llegar hasta aquí. ¡Hasta la próxima semana! ¡Que Dios nos bendiga!

No hay comentarios:

Publicar un comentario