Vacaciones

Hola... Terminada la Misa en la Iglesia de mi pueblo, la cual se encuentra en el Centro y está hecha de piedra, cuentan los más viejos del lugar que ellos ya la conocieron siendo niños y que, a su vez, sus abuelos y bisabuelos también les hablaban de esta Iglesia.
Como comprenderás, a través de estas primeras líneas te estoy escribiendo desde el pueblo que me vio nacer y en él estoy disfrutando con mi familia este mes de agosto, caluroso durante el día y refrescante en la noche.
Con mis sobrinos dispusimos un día, después de participar en la Santa Misa, visitar la Capital, cuyo nombre es León. Queríamos ver uno de los Templos más bellos construido en la Edad Media y que es prototipo del más fino gótico; me estoy refiriendo a la Catedral de León. Acaban de hacer una real obra de Ingeniería Moderna, ya que al paso de los años -son más de quinientos-, la polución moderna de las industrias, de los autos,... han creado en la piedra con que fue construida una enfermedad que la va destruyendo paulatinamente; sin embargo, técnicas modernas han logrado fortalecerla, al mismo tiempo que la están limpiando y la imagen que ofrece en este momento es la de una Catedral recién construida.
Cuando llegué a la casa de mi padre, lo primero que me dijeron mis sobrinos fue que teníamos que ir una noche a León para ver la Catedral, porque realmente es algo tan bello que el que la observa queda maravillado. Llegamos a la ciudad de León y lo primero que hicimos fue ir a un típico restaurante donde se venden las “patatas bravas”, calamares, mejillones, pulpo,... aunque parece ser que, después del Mundial, por una temporada los españoles se resisten a comer el pulpo, porque los malpensados creen que fue el pulpo Pool el que les hizo ganar el Mundial en Sudáfrica.
Mis sobrinos y yo -ajenos a este mito y por mi parte extrañando mi pulpo y mis “patatas bravas”- acomodamos una mesa y dimos cuenta de estos y otros suculentos manjares. Para no abrirte el apetito, te contaré que nos levantamos de la mesa, caminamos por una avenida principal que tiene el nombre de un Rey Leonés llamado Ordoño II, y de allí nos encaminamos a la calle de la Catedral; a lo lejos -hablamos de tres cuadras- ya se veía el reflejo de la luz exterior que ilumina este “barco pétreo que surca las llanuras castellanoleonesas”; me estoy refiriendo a la Catedral.
Mucha gente como nosotros se dirigía a ver aquella maravilla nocturna, pero esto te lo contaré, si tú me lo permites, el próximo domingo y durante la semana te tendré presente con afecto y cariño.
Gracias por llegar hasta aquí. ¡Hasta la próxima semana! ¡Que Dios nos bendiga!

1 comentario:

  1. linda historia de la Catedral de Leon, Yo estuve por Pucallpa y lo que mas me impresiono fue su iglesia, que en este caso es moderna...y ya se me abrio el apaetito...pulpo al olivo...jajaja..

    ResponderEliminar