“Escala de Valores”

Hola... En la experiencia de vida de cada uno de nosotros es posible encontrar una realidad que a muchos nos sorprende; me refiero al comunicarnos con las personas y sentir que éstas no nos entienden o no nos comprenden.

“Cuentan que una vez un niño -de unos cinco años- estaba en su casa jugando con una valiosísima vasija traída de China hacía muchos siglos. En un momento dado, el niño mete la mano por el agujero de la vasija y comienza a llorar porque intenta sacarla y no puede. En esto el papá pasa por el lugar donde está su hijo y al verlo llorar le pregunta qué es lo que le sucede y éste le respondió: -Papá, no puedo sacar mi mano de la vasija. -Está bien hijo, te ayudaré, pero tienes que hacerme caso en cada uno de los pasos que tenemos que hacer. Fíjate en mi mano, la voy a cerrar como tú la tienes, ahora ves como extiendo mis dedos y te das cuenta que mi mano, al estar estirada es más fácil que la pueda mover y si tú lo haces igual, tu mano va a salir de la vasija.

El niño mira a su papá y le dice: -Papi, esto es imposible. ¿Por qué? -le pregunta el papá-, ¿acaso no sabes abrir tu mano y extender tus dedos como yo lo hago? -Claro que puedo -le responde el niño-, pero si lo hago mi céntimo se cae y no lo quiero perder. El papá sorprendido le pregunta: ¿Y qué crees que podemos hacer? El niño responde: -Yo creo que tenemos que romper la vasija”.
Cuando te hablaba de lo difícil que hoy nos resulta comunicarnos con los demás, entiendo que una de las fallas está en lo que significa para cada persona aquello que discutimos. En este caso concreto, el niño estimaba más su centavo, valoraba más su monedita que el jarrón chino que para él sólo era un impedimento, ya que si abría su mano perdía su moneda de un céntimo.
Por eso cuando conversamos con alguien es muy importante saber su “Escala de Valores”, sea cual fuere el tema que tratemos y más si se refiere, principalmente, a nuestras relaciones personales. Podría entenderse un poco la frase que a veces hemos dicho y escuchado: “Ponernos en los zapatos del otro”.

Si me permites, ya que hablamos de los niños, pudiera insinuarte, con respeto, que te hagas esta pregunta, a ti que te cabe la grandiosa responsabilidad de educar a un niño, te pregunto: ¿En su Escala de Valores están afirmados los más importantes o hemos dejado que la sociedad trastoque lo esencial por lo circunstancial, lo importante por lo aparente...?

Permíteme continuar el próximo domingo. Y lo más fundamental lo dejo en esta frase: “FAMILIA QUE REZA UNIDA, PERMANECE UNIDA”.

Gracias por llegar hasta aquí. ¡Hasta la próxima semana! ¡Que Dios nos bendiga!

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